Aniversario

Una maldita carta

Desde - Hasta: 18/11/2020 - Actualmente

En Madrid, a dieciséis de noviembre de dos mil veinte.

El pasado jueves a las 14 horas y algunos minutos, nos llegó la noticia. Entraba dentro de lo esperable, dada su debilidad y la voracidad de esta omnipresente enfermedad, pero también lo contrario pues si algo había demostrado Pilar a los largo de su existencia era su fortaleza, su titánica formaleza; a esa hora fallecía Pilar Torreblanca, miembro de la Junta Directiva de Red Española de Entidades por el Empleo, Red Araña.

Llevaba en Junta Directiva varios años.

Llegó y se hizo notar. Claro.

No era, precisamente, de las de pasar desapercibidas.

Se implicaba y ello le habilitaba para fijar postura firme, muy firme, en todo. Con ella nunca quedaba una i sin su punto. Era su modo de decir esto me importa chicos.

Un honor. Siempre se lo dije, era un honor saber que teníamos entre nosotros, además de a una experta en el tercer sector, a una ilustre soprano de gran éxito y reconocimiento.

Pero si un día nos encontrábamos malitos también sabíamos que contábamos con Pilar, doctora en medicina.

¿Que queríamos organizar un acto público…? Su pericia en protocolo estaba a nuestra disposición

¿Que había que emitir una nota de prensa…? Su formación universitaria en comunicación y periodismo también.

En fin ...con ella sola se hubiera bastado la Junta Directiva de la Red, una J.D. con Pilar como único miembro hubiera cumplido y cubierto todos los flancos de la Organización. Su amplia agenda de contactos, siempre la tuve a disposición, así como su constante exigencia, como revulsivo.

Trabajar con, y para ella, era siempre un lance, incitador.

Pero llegó la COVID y mandó a parar. Muy apenado.

Aun desconcertado, por la noticia. Es la segunda muerte que sufro en Junta Directiva desde que la presido.

La primera- otra grande- Elena Román, ahora Pilar, Doña Pilar Torreblanca.

Comienza, comenzamos, en la Red la época post-Pilar...cuando más la necesitábamos... Que nos sea leve.

Formalmente expreso mis condolencias, y las de toda la Organización, y me comprometo a seguir su ejemplo, en todo el quehacer, salvo en uno: no intentar imitarla con las cuerdas vocales. No me lo perdonarías ni vosotros ni la meteorología.

Descansa en Paz, Pilar, de sobra te lo mereces.

Estás en mis oraciones.

Santiago Rodríguez

Presidente de Red Española de Entidades por el Empleo.